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Su Lobo Cautivo
Kristen Strassel
Un lГder que se enfrenta a la extinciГіn de su manada. Una mujer rota por un trГЎgico accidente. Juntos podrГan sobrevivir, si aprenden a confiar el uno en el otro. Como directora del refugio de animales Forever Home, Trina no puede ignorar los rumores sobre un cГrculo de lucha de perros en Granger Falls, Idaho, y se apresura a rescatarlos. No se detendrГЎ ante nada para mantener a sus peludos amigos a salvo, aunque ponga su vida en peligro. Con su manada atrapada y atrapada en un ring de pelea, Shadow Channing nunca esperГі que una mujer hermosa fuera su salvaciГіn. Ahora es un objetivo en la guerra de su manada y Г©l tendrГЎ que explicarle exactamente por quГ© los lobos que ella ayudГі a salvar se transformaron en sus formas humanas en la luna llena. La libertad no serГЎ suficiente para salvar a su manada. Para vencer a sus captores, deberГЎ trabajar con los lobos rivales que lucharon en cautiverio y convencer a Trina de que los Metamorfos de los Dientes de Sierra no tienen futuro sin ella como su pareja.
Su Lobo Cautivo
Sawtooth Shifters Libro Uno
Kristen Strassel
Traducido por Arturo Juan Rodriguez Sevilla
(http://www.traduzione.it)
Todos los derechos reservados.
Esta es una obra de ficciГіn. El parecido con cualquier persona, viva o muerta, es pura coincidencia. Este ebook estГЎ licenciado solo para su disfrute personal. Este ebook no puede ser revendido o regalado a otras personas. Si desea compartir este libro con otra persona, por favor, hГЎgalo a travГ©s de la funciГіn de "prГ©stamo" de su distribuidor. Si usted estГЎ leyendo este libro y no lo comprГі, o no fue comprado para su uso solamente, entonces por favor devuГ©lvalo y compre su propia copia. Gracias por respetar el duro trabajo de este autor. Para obtener el permiso de extraer partes del texto, por favor contacte al autor en kjstrassel@gmail.com
Su Lobo Cautivo, (Sawtooth Shifters, #1) Copyright 2018
Publicado originalmente en 2015 como Forever Home y Rescue Me.
Creado con Vellum (http://tryvellum.com/created)
ГЌndice
CapГtulo 1 (#u6981a1a2-cdfb-51a4-9914-0241f0d0c0ec)
CapГtulo 2 (#u95957b35-86d4-5558-85e3-8f3417f956dc)
CapГtulo 3 (#ud3266e99-576a-5674-aa12-f231706bd817)
CapГtulo 4 (#ue7698ec1-3eb7-5aa1-9242-aa0fe602ff7d)
CapГtulo 5 (#u09c7a3c1-9107-5b3d-82eb-e76e01458e3e)
CapГtulo 6 (#u99c574ec-7fd4-5715-b166-53293d3960dd)
CapГtulo 7 (#u14ff13ff-eeb5-5770-9d0a-df28fb7b64e6)
CapГtulo 8 (#u9fb44ee7-d27a-5927-8647-807b66eadb41)
CapГtulo 9 (#uf7703e6d-0e9f-5bce-80ad-00074b0ddf9e)
CapГtulo 10 (#u8711dffc-8c3b-5147-9ae0-d0e31cc1fc33)
CapГtulo 11 (#u8e0e7591-8ab9-5576-a377-c9bab95a7efa)
CapГtulo 12 (#ueaed1c92-d7ac-5617-ac90-29f64013ce8d)
CapГtulo 13 (#u82a421b7-1903-5ad5-837b-446b91f81769)
CapГtulo 14 (#ua22a469c-6f0c-5579-8ad3-cc51eaaae4b9)
CapГtulo 15 (#uec53e8a5-0b25-5fd3-aeef-19c1f6e5c963)
CapГtulo 16 (#u0eeefbee-6e9f-57f1-9158-bfe44fb46cb9)
CapГtulo 17 (#ufb26fd3e-be7b-5354-908b-d2f143f54179)
CapГtulo 18 (#u7a5d93f5-23d1-58f6-a077-77b4e4fcd615)
CapГtulo 19 (#ube1e2bce-a308-5c89-9be4-d33b6ac5e759)
CapГtulo 20 (#u415a543e-a898-5cec-857a-815f554f28fd)
CapГtulo 21 (#u2954d7ff-bd11-5069-beb5-efcbab5dabf1)
CapГtulo 22 (#u4042e5b1-448e-527b-a4bc-c9d5f4a9fd40)
CapГtulo 23 (#ubf00dd84-f362-5e51-a3a9-ebd1bfa946d4)
CapГtulo 24 (#u526871f3-4ce3-5bcb-8f77-f1c6822cea7e)
CapГtulo 25 (#u2a811eda-8445-5709-9915-7219e1c8c1ab)
Notas (#u97291c45-1e77-5baa-b1c3-400b0c0949b8)
Uno
Shadow
El plan no cambiaba porque fuГ©ramos prisioneros.
No estamos hechos para estar en un solo lugar tanto tiempo. Los lobos necesitan moverse. Cazar. Ryker, el bastardo que nos habГa capturado, lo sabГa, y lo habГa preparado todo para que solo pudiГ©ramos cazarnos entre nosotros. Encadenados, hambrientos y revolcГЎndonos en nuestra propia porquerГa.
Lo peor de todo era que habГamos caГdo en la trampa de uno de los nuestros.
Ya tenГamos a los hermanos Lowe a la vista cuando nos atraparon. QuerГamos asustarlos para que se alejaran de la granja de Ryker y evitar una guerra de clanes. Poco sabГamos de las atrocidades que ocurrГan ahГ dentro. Acabamos todos peleando para sobrevivir.
Si hubieran pillado a los Lowe con el ganado de Ryker, habrГa empezado una contienda entre manadas. EstГЎbamos a escasos minutos de evitarlo cuando nos atraparon.
Un rayo de luna iluminГі la puerta abierta. El sordo rugido de la multitud se elevГі con la llegada del viejo. No me sorprendiГі. Nada en la granja Ryker ocurrГa por accidente.
—Muy bien, bestias, voy a subir la apuesta este mes. —Ryker curvó sus labios ennegrecidos del tabaco en una sonrisa horrible—. El que gane será libre.
Incluso en su forma humana, era tan flaco como nosotros, la maldad lo consumГa. Lo Гєnico que quedaba de Г©l era carne, hueso y un corazГіn oscuro. Ni rastro de alma. Ryker nos llevaba todas las ventajas. ConocГa nuestros secretos y tradiciones. SabГa cГіmo mantenernos dГ©biles. La luna tampoco nos ayudaba, porque confiГЎbamos en su poder para revitalizarnos. Cada mes Ryker nos mataba de hambre, nos golpeaba y nos mantenГa en completa oscuridad cuando debГamos estar disfrutando de la belleza de la luna. Evitaba que pudiГ©ramos volver a transformarnos en hombres furiosos.
Mis hermanos y yo nos miramos, con cautela. Y despuГ©s a los Lowe. Nunca estuvimos de acuerdo con ellos, pero estГЎbamos en las mismas. La promesa de Ryker tendrГa alguna trampa.
Ryker tirГі la comida al suelo. Los hermanos Lowe se lo pelearon, hace tiempo que su orgullo dejГі lugar a la necesidad de sobrevivir. La expectativa hizo rugir mi estГіmago. Sonaron gruГ±idos al otro lado del redil. Probablemente lo habГan hecho para cerdos, y no tenГamos espacio ni para darnos la vuelta sin golpear otro cuerpo. Aunque quisiГ©ramos, las cadenas eran demasiado cortas. No habГa forma de escapar de los pensamientos de nadie, especialmente de los mГos.
El viejo granjero se rio cuando nos acercГі la bolsa. Mi hermano Baron mordiГі el saco. Por ello fue recompensado con una bota en la cara. CayГі algo de comida por la arpillera desgarrada.
—¿Te pones codicioso? Eso es todo lo os daré por salvajes.
Bien. EstarГamos hambrientos para la lucha.
—¿A quiГ©n mandamos? —preguntГі mi hermano Dallas cuando Ryker se fue, con la mirada puesta en mГ. Mis hermanos esperaban que yo tuviera respuestas, pero era imposible pensar con la cadena apretГЎndome la piel del cuello. La ira y el hambre se adueГ±aban de mi cuerpo. Cuanto mГЎs miraba a mis hermanos, menos pensaba que podГa salvarlos. No debГa mostrar debilidad, especialmente con los hermanos Lowe tan cerca que la podrГan oler. Nos llamaban dГ©biles desde hace aГ±os. Nos machacarГan entre lo que quedaba de sus dientes si tuvieran oportunidad.
Dallas bajГі la voz para que solo nosotros cuatro pudiГ©ramos oГrlo:
—¿Vamos con velocidad o con fuerza?
Г‰l querГa que dijera velocidad. HacГa un mes que Ryker lo habГa emparejado con Xavier, y fue la pata de X en la garganta de Dallas la que convocГі la pelea. X no habГa dejado de hablar de eso en todo el mes. Los dos estaban en carne viva, ensangrentados y medio muertos cuando los metieron de nuevo en el redil, encadenados, por lo que curarse bien serГa un milagro. No lo llamarГa exactamente una victoria, pero la venganza serГa muy dulce.
GolpeГ© a Dallas. TodavГa me dolГa la pata de la pelea de la noche anterior por la comida. Ryker habГa arrojado pollos al corral, y la oportunidad de probar carne de verdad nos hizo babear y enseГ±arnos los dientes unos a otros, hermanos o no. Ryker nos trataba como ganado, planeaba sacrificarnos de otra manera.
—No importa una mierda lo que hagas —dijo Xavier, no, Major, desde el otro lado del corral. Xavier sabГa que no debГa hablar por su hermano—. Cada uno de nosotros por separado te puede joder.
Major habГa entrenado a sus hermanos para ser sanguinarios, para tomar lo que necesitaban y no mirar atrГЎs. Buscar y destruir. Era una filosofГa bastante buena, y extendida entre los hombres lobo en Sawtooth Forest.
Los Channing siempre habГamos mantenido el orden en el bosque. Durante generaciones, nuestra familia habГa sido la encargada de mantener la paz. Nosotros cazamos y matamos, pero no destruimos. Esta mentalidad no nos hizo populares en el clan de Sawtooth, pero daba igual lo que pensaran si estГЎbamos muertos.
No solo nos matГЎbamos entre nosotros, ademГЎs ocultГЎbamos nuestra verdadera naturaleza a los humanos de Granger Falls. Los hombres lobo no eran mГЎs que leyendas para ellos. Pero la estocada definitiva era que no podГamos aparearnos. Nuestras lobas habГan sido vendidas al mejor postor. Y nosotros habГamos sido condenados a morir solos y olvidados.
Si alguna vez saliГ©ramos de ahГ, me asegurarГa de que tuviГ©ramos algo por lo que luchar.
—Yo me encargo de Major —gruГ±Г, tirando de la cadena para acercarme lo mГЎs posible al alfa de los Lowe. En los Гєltimos seis meses habГa conseguido hartarme con su bocaza. DisfrutarГa partiГ©ndosela—. Lucha a muerte.
Me habГa rebajado a su nivel, pero un tiempo en el infierno provocaba eso incluso en el lobo mГЎs fuerte.
No se puede razonar con nadie en una pelea de perros.
Archer me empujГі con el hocico en la cadera.
—Quiero enfrentarme a Г©l. —Mi hermano menor se habГa tomado mi nombre, Shadow
, en serio y se convirtiГі en la mГa en cuanto tuvo edad para alejarse de nuestra madre.
Major rugiГі de risa, tenГa la piel rosada y despellejada donde las cadenas habГan descarnado su pelaje. PodГamos entendernos cuando hablГЎbamos como lobos, aunque un humano solo escucharГa ladridos y gruГ±idos.
MirГ© a Archer. Estaba dГ©bil, no habГa forma de ocultarlo. Nunca habГa sido un lastre, hasta que nos capturaron.
—Si pierdes, Shadow, tu pequeГ±o cachorro serГЎ mГo. Lo harГ© un hombre. Alguien tiene que hacerlo. No tengo tiempo para chorradas de crГos —gruГ±Гі Major.
—Nunca irГЎ contigo. —Me puse hocico contra hocico con mi nГ©mesis de toda la vida. Los bordes de su nariz estaban secos y su amenaza era en vano. Mis hermanos estaban inquietos detrГЎs de mГ. Si me daba la vuelta, los Lowe sabrГan que mi familia dudaba de mГ—. No planeo perder.
—Yo tampoco. —Un lado de su labio se torció en una sonrisa feroz—. Archie será mi esclavo. Puedes irte al infierno con eso en la conciencia.
DespuГ©s de unas cuantas rondas mГЎs de gruГ±idos y bufidos, Major y yo nos retiramos a nuestros lados del redil. De haber tenido la oportunidad, lo habrГamos resuelto ahГ mismo. El cabrГіn de Ryker se habГa asegurado de que nuestras cadenas fueran demasiado cortas para poder hacernos daГ±o. QuerГa dejar esa rabia reprimida para los que pagaban por verla.
El dinero de la entrada les valdrГa la pena aquella noche.
—Comed —les dije a mis hermanos, mientras la comida se me atascaba en la garganta seca.
—¿Esta mierda? —dijo Dallas, pateándola—. Apenas es comida.
—No es broma, hermano. Necesitamos estar preparados.
—¿Me dejarás entrar? —Los ojos de Archer se abrieron de par en par—. Quiero enfrentarme a él.
EmpujГ© mГЎs comida hacia Г©l. Estuve muy ocupado devorando pollo la noche anterior para fijarme en si Archer tenГa algo mГЎs que plumas pegadas a la lengua. Al final comiГі el Гєltimo, y yo me avergoncГ© de no haberlo cuidado mejor, quedando tan poco para las peleas.
—No —dije—. Esta es mi pelea.
—¿Y quГ© plan tienes si Ryker de verdad te deja salir de aquГ, Shadow? —preguntГі Baron en voz baja, para que los Lowe no lo escucharan. Ya aprendimos hacГa mucho que solo podГamos confiar el uno en el otro.
MirГ© a Major y respondГ en alto para que me oyera:
—Acabar con ese cabrón.
PodГamos estar demacrados y humillados, pero nadie nos tomarГa por mansos o dГіciles cuando el bГЎrbaro mozo de Ryker nos llevara al ring. Nuestras cabezas estaban bien altas, no habГa nada que esconder. Incluso encadenados Г©ramos mГЎs fuertes que esos granujas.
Y tan cerca de la libertad.
OlГa a cerveza, hierba y sudor. Ese era el pГєblico que habГa pagado para ver nuestra muerte. Pero no me importaba. HabГa soГ±ado con ese momento desde que Ryker y sus gorilas nos dispararon tranquilizantes y nos esclavizaron.
Y Ryker se aprovechaba de eso en su particular ring de gladiadores.
Sangre y malas decisiones eran lo que llenaba las gradas cada mes. No habГa dos peleas iguales. En los Гєltimos seis meses, nos habГan condicionado para ponernos siempre en el peor de los casos.
Ryker nos examinГі a los siete.
—TГє. —TirГі de la cadena de Shea. Joder, Shea no tenГa coto ni conciencia. Era un psicГіpata sediento de sangre desde que Г©ramos niГ±os. Major tenГa que refrenar a su hermano. En la manada solo habГa espacio para un alfa.
No me importaba con cuГЎl de ellos luchar, pero esa noche parecГa que los contrincantes ya estaban elegidos. Ryker odiaba las peleas equilibradas. La multitud habГa hecho sus apuestas y Ryker querГa proteger el dinero de la casa.
—Y tú.
Nuestras cadenas se enredaron, y los cuatro derrapamos hacia adelante. Ryker suspirГі, quitando del medio a uno de sus matones para poder desenredar las cadenas tirando bruscamente de ellas. Todos perdimos el equilibrio cuando las cadenas se soltaron. Un tirГіn mГЎs dejГі claro a quiГ©n querГa.
Archer.
—¡No! —Me lancé hacia Ryker, que respondió dándome una patada en las costillas. El viejo se puso nervioso cuando me agarré a su tobillo. Mi cuello chasqueó cuando liberó su pierna, sangrando, y me pateó la cabeza. Su matón no hizo fuerza suficiente para romperme nada, solo me sujetó para que Ryker me diera una última patada en el estómago.
Archer se negГі a moverse, escarbando en la tierra y mirГЎndonos a mis hermanos Baron, Dallas y a mГ.
—Déjalo para el ring —le dije.
El dolor de esos ojos azules me perseguirГa para siempre.
Ryker arrastrГі a Archie por el suelo de tierra, y yo le asentГ con la cabeza. Seis meses en cautiverio me habГan dejado dГ©bil, pero aun asГ le darГa a mi hermano todo lo que tuviera.
Archer entendiГі. LevantГі las patas y la cola, brincando con todo el orgullo que un lobo vencido podГa mantener con Ryker.
Los mozos nos llevaron al lado del ring. La multitud rugГa, y cada mes me decepcionaba ver tantas caras familiares reunidas para vernos pelear. Cuando estГЎbamos en nuestras formas humanas, llamГЎbamos a algunos de ellos В«amigosВ».
—Lo siento, chico —dijo Major cuando los matones nos colocaron en nuestro sitio a un lado del ring—. Archer no se merece esto. Shea no va a tener piedad. Quiere su libertad.
ForcejeГ© contra la cadena. Si tuviera mГЎs fuerza, la habrГa roto.
—No lo respetarГa si no lo diera todo.
Dos
Trina
—Esto da asco —le murmurГ© a Randy, el sargento de policГa que se habГa ofrecido voluntario para venir desde Ketchum a ayudar con el rescate. Granger Falls no era suficientemente grande como para tener un oficial de ProtecciГіn Animal, y yo necesitaba un perro viejo, nunca mejor dicho. Estaba cansada de depender de los demГЎs para solucionar las cosas. En cuanto dieron el aviso de las posibles peleas de perros en la Granja Ryker, puse en marcha un rescate a gran escala. Si ese imbГ©cil trataba mal a los perros, a saber en quГ© condiciones estaban el resto de animales.
Me enterГ© de las peleas el mes pasado, pero no tenГamos gente suficiente ni espacio disponible para acometerlas. El refugio de animales Forever Home era para mascotas y siempre estaba lleno. Y tuve que conseguir mГЎs informaciГіn para poder actuar. Solo tenГa una oportunidad de conseguirlo. HabГa demasiado en juego para cometer ningГєn error y cada segundo contaba. Ahora que sabГa el nГєmero exacto de animales que estaban allГ, tenГa un plan para ponerlos a salvo a todos.
—Estoy deseando pillar a ese imbГ©cil. —Randy tomГі un sorbo de su cerveza sin alcohol y escudriГ±Гі a la multitud. Nos habГamos infiltrado allГ. Demasiados rostros familiares ocupaban aquellos asientos. Gente a la que considerГ© amigos hasta esa noche. Algunos incluso habГan hecho donaciones al refugio. ВїQuГ© clase de imbГ©cil desalmado va a una pelea de perros por diversiГіn? Si no fuera por los animales que tanto necesitan nuestra ayuda, estarГa quemando goma en el estacionamiento para salir de esta ciudad.
Pero ya me escapГ© una vez. No tenГa ningГєn otro lugar a donde ir.
La gente del pueblo se iba sentando a lado de los policГas encubiertos, esperando a que esos pobres perros se destrozaran unos a otros. Mis empleadas del refugio, Kiera y Lyssie, estaban en la fila delante de mГ. Me habГa disfrazado para asegurarme de que nadie se percatara de nuestro plan. La directora de un refugio de animales no estarГa en un sitio asГ pasando el rato. Ocultaba mi melena bajo un sombrero de los Oregon Ducks, y me habГa cerrado la chaqueta hasta arriba para ocultar mi cara todo lo posible.
Me quedГ© sin aliento cuando aparecieron los perros, y me agarrГ© del brazo de Randy. Era grande y robusto, y si esos animales no estuvieran en tan grave peligro, me plantearГa pasar algГєn buen rato con Г©l. Las opciones para salir con alguien en Granger Falls eran cuanto menos espeluznantes, como demostraba la concurrencia a aquella salvajada. Menos mal que no buscaba pareja.
—Tenemos suficiente para terminar con esto ahora mismo. ВЎMГralos! El pelaje apelmazado y las heridas de las cadenas. ВЎLe estoy viendo las putas costillas!
La cara de Randy palideciГі y tomГі un sorbo de su bebida, probablemente deseando que fuera alcohol de verdad. En cuanto acomodГЎramos a esos perros, yo misma me iba a tomar un trago. Cualquier cosa para borrar aquella imagen de mi mente.
—Si los dejamos pelear, aunque sea por un segundo, podemos acusarlo de cargos más graves. —Sus labios se apretaron al apartar la mirada del ring. Quiero que se arrepienta toda su vida.
—Yo tambiГ©n. —Llevaba casi cinco aГ±os de trabajo en el rescate de animales y cada caso me seguГa afectando. Cada vez que creГa que lo habГa visto todo, acababa en otro sitio que me daba pesadillas. A veces sentГa que no podrГa llevarlo mejor nunca.
Ryker, el dueГ±o de la granja, estaba en medio del ring con los oponentes de la noche encadenados a ambos lados. Malvado, gritГіn e ignorante, habГa descubierto cГіmo reunir a todos de la peor manera posible. Su pelo grasiento asomaba por debajo de su gorra de bГ©isbol. Su ropa, cubierta de manchas, parecГa el delantal de un carnicero. Me daba escalofrГos cada vez que lo veГa en el pueblo, y ahora sabГa por quГ©.
El perro mГЎs pequeГ±o cojeaba. Ryker le quitГі la cadena el primero, pero no se moviГі. En vez de eso, se sacudiГі violentamente, mirando hacia los otros perros encadenados a lo largo de la pared. Ladraban frenГ©ticamente, animГЎndolo o dГЎndole indicaciones. Era difГcil de apreciar por el rugido de la multitud cuando el segundo perro fue liberado. CargГі contra el pequeГ±o, y en cuestiГіn de segundos le hincГі el diente.
—¡Ya basta! —EmpujГ© a Randy, que ya estaba fuera de su asiento, corriendo hacia el ring. Su cerveza falsa saliГі volando, empapando a los imbГ©ciles que nos rodeaban. En las gradas, los policГas corrieron escaleras abajo con las armas desenfundadas.
La multitud se dispersГі. La cerveza llovГa sobre nosotros, los bancos se movieron y la gente casi me tira al suelo empujГЎndome fuera del camino. Nadie querГa redimirse aquella noche.
Randy y sus hombres se habГan centrado en capturar a Ryker y sus compinches. TenГan trabajo, ninguno de ellos caerГa sin luchar.
Nadie evitГі que el perro del ring atacara al otro. El pequeГ±o aullГі, y su pelo gris se tiГ±Гі de rojo brillante.
AtravesГ© la multitud, golpeando a cualquiera que no se quitara de en medio. Necesitaba llegar al ring antes de que fuera demasiado tarde.
No vi a Kiera ni a Lyssie por ningГєn sitio en aquel caos. No habГa tiempo para buscarlas. Ese perro necesitaba ayuda.
Los perros que estaban al lado del ring estaban histГ©ricos, aullando y ladrando junto con la multitud. SaltГ© la barrera y corrГ al centro del ring. El perro mГЎs grande no habГa soltado al pequeГ±o, ni siquiera cuando me lancГ© a por ellos. HabГa que tener cuidado. Los dos perros estaban agresivos y hambrientos y era imposible anticipar su estado de salud. Ninguno parecГa rabioso, pero en una noche como aquella no podГa perder tiempo jugГЎndomela.
Apartando a un perro del otro, cubrГ al mГЎs pequeГ±o con mi cuerpo para que el grande no pudiera atacarlo mГЎs.
TodavГa respiraba, a duras penas. Sus grandes ojos azules me miraron y gimiГі.
—¡Trina! —gritó Kiera—. Nos empujaron hasta el aparcamiento. Hemos tenido que convencer a esos secretas de que trabajábamos contigo. —Mierda, olvidé darles las credenciales. Ese error nos costó un tiempo precioso—. ¿Está bien?
—Le han dado una paliza. —La respiraciГіn del perro se habГa calmado, con suerte porque se estaba tranquilizando y no se desangraba. Por si acaso, me quitГ© la chaqueta y arranquГ© una tira de la camiseta para usarla como torniquete. Me importaba una mierda que me colgaran los michelines. Cosas peores se habГan visto aquella noche. EnvolvГ suavemente la tela alrededor del cuello del perro y apliquГ© la menor presiГіn que pude para que fuese eficaz.
—¿Qué hacemos? —preguntó Lyssie.
—Llama a Control de Ganado. EstГЎn esperando la llamada. Y saca las jaulas del camiГіn. Creo que habГa siete. ВїCГіmo estГЎ el otro que peleГі?
Se hizo un breve silencio.
—No está.
Tres
Shadow
AbandonГ© cualquier tipo de fe la noche que Ryker nos capturГі. Ni cielo ni infierno, solo un purgatorio pasando hambre en la oscuridad que se prolongaba indefinidamente. Hasta esa noche, cuando la policГa irrumpiГі en el ring de combate, arrestando a Ryker y a su banda. Y lo mejor: tres ГЎngeles vinieron a sacarnos de nuestra prisiГіn.
—Quédate con este —mandó uno de los ángeles a otro—. Tengo una cizalla en mi bolso. Espero que el collar no se le haya incrustado en el cuello a ninguno.
Tan fuertes y feroces nos preciГЎbamos de ser, uno por uno todos lloramos y gimoteamos agradecidos cuando nos llegГі el turno de ser liberados. El ГЎngel se tomГі un momento con cada uno, dГЎndonos palmaditas en la cabeza y murmurando algo sobre que ya se habГa acabado.
Yo era el que estaba mГЎs lejos de ella, asГ que fui el Гєltimo.
—Vamos a quitarte esta cosa horrible. —Sus palabras sonaban como un arrullo.
No estaba mГЎs orgulloso que mis hermanos o mis enemigos. Ser libre era demasiado bueno para pensar en eso. Esa era la Гєnica manera que tenГa de agradecГ©rselo. PasГі los dedos por mi pelaje mugriento y enmaraГ±ado. Era hermosa. Su pelo color miel estaba recogido; su cara, sin maquillar, y su sencilla ropa, rasgada. Sus ojos verdes estaban llorosos y sus mejillas, tan redondas como el resto de sus curvas y probablemente igual de dulces. Su pequeГ±a boca me resultaba irresistible. OlГa exactamente a lo contrario que la mierda y la desesperaciГіn que hasta ese momento habГan inundado mis fosas nasales. InhalГ© vainilla, canela, manzanas y todo lo bueno de ser humano. Se me hacГa agua la boca con solo pensarlo.
Cualquiera que estuviera tan lleno de amor y compasiГіn por un montГіn de animales sucios y vapuleados como los Channing e incluso los Lowe se habГa ganado mi lealtad eterna. Cualquier cosa que ella quisiera serГa suyo.
—Todo va a estar bien —me susurrГі, y yo me apretГ© contra su pierna—. Te voy a sacar de aquГ. Ahora estГЎs a salvo. Te darГ© algo de comida y un baГ±o.
Quedaban dos semanas para la luna llena. Entonces estarГa mГЎs fuerte, pero no tenГa forma de preparar a aquel ГЎngel para nuestra transformaciГіn. HacГa tanto tiempo que ninguno de nosotros era humano, que la prГіxima metamorfosis podrГa ser… interesante.
—¿EstГЎs bien, chico? —le preguntГ© a Archer. SeguГa tumbado en medio del ring, con la garganta vendada. Mis hermanos se unieron a nosotros, dГЎndole suaves toquecitos con sus hocicos. Mientras dos ГЎngeles traГan jaulas al ring, fantaseГ© sobre cГіmo serГa tener a aquella mujer entre los brazos y agradecerle apropiadamente habernos salvado la vida.
—Lo estaré —dijo Archie, con la mirada desenfocada.
—No os acerquГ©is —les advertГ a los Lowe cuando Major subiГі al ring—. Ahora no. EstГЎbamos tan cerca de ser rescatados, que no querГa arruinarlo todo machacГЎndolos.
Todos volvimos al cautiverio voluntariamente. Los ГЎngeles cargaron nuestras jaulas en el camiГіn sin mucho esfuerzo. Nos morГamos porque llegara aquel momento y sobrevivГamos solo por Г©l, pero estГЎbamos demasiado dГ©biles para disfrutarlo.
—Kiera, Вїpuedes conducir? —preguntГі mi hermoso ГЎngel. Se sentГі en el suelo con Archer, que apenas se habГa movido.
Vamos, chico, vive. Ya somos libres.
—Me voy a quedar atrás con este. No quiero dejarlo solo —prosiguió.
—SГ, claro —respondiГі Kiera, ajustando los cierres para que no nos deslizГЎramos por la parte trasera del camiГіn. Mi ГЎngel se subiГі con nosotros, con el cuerpo de mi hermano en brazos. Le goteaba sangre de la manta que habГa servido improvisadamente como vendaje. Ella se acomodГі en medio de las cajas delicadamente, colocando a Archer a su lado.
No olГa bien. Joder.
—Bueno, chicos. —Mi ГЎngel mirГі hacia las jaulas, y me di cuenta de que nos hablaba a nosotros, no a sus compaГ±eras de trabajo. ВїSabГa lo que Г©ramos? Estaba bastante seguro de que habГa solo cinco jaulas. Mierda, no habГa visto a Shea desde que los policГas interrumpieron la pelea. A Г©l le habГan prometido la libertad, y el cabrГіn se la habГa tomado.
Yo habrГa hecho exactamente lo mismo.
— Soy Trina, Kiera conduce y Lyssie monta una escopeta. Ellas creen que estoy loca por hablar con animales, pero sГ© que me entendГ©is. —Se detuvo y puso una cara hacia la parte delantera del camiГіn. Si fuera humano, me habrГa reГdo—. Somos del Refugio de Animales Forever Home. AhГ es donde vamos. Os daremos comida caliente, mejor que la que os han dado en… —Se atragantГі y no terminГі la frase—. Os baГ±aremos a todos. Os cepillaremos el pelaje y vendaremos esas heridas. Os daremos camas cГіmodas para que durmГЎis. Nos vamos a asegurar de que no sufrГs mГЎs, de que os recuperГЎis, y entonces os buscaremos un hogar. No habrГЎ mГЎs peleas, ni mГЎs abusos. Se acabГі.
Nos dejГі sin palabras.
No podГa apartar los ojos del bello ГЎngel llamado Trina. Le dio una palmadita en la cabeza a Archer, murmurГЎndole. Г‰l cerrГі los ojos y suspirГі.
—¡Mierda! ¡No! ¡No, no, no! —Trina se inclinó sobre el cuerpo de Archer. Me apreté contra la parte delantera de mi jaula y aullé. Mis hermanos se unieron, pero ningún lamento iba a cambiar nada.
No podГa estar pasando. Mi hermano pequeГ±o dependГa de mГ para mantenerlo a salvo. Lo dejГ© venir con nosotros la noche que nos capturaron porque pensГ© que se curtirГa si salГa a correr un par de veces con nosotros. DebГ haber evitado a toda costa que peleara esa noche. Daba igual que estuviera encadenado. Lo dejГ© meterse en un combate que no podГa ganar.
—¿Qué pasa? —Lyssie se arrastró a la parte trasera del camión.
—Lo perdimos —Trina estrechó el cuerpo sin vida de Archer contra ella.
Y todo por mi culpa.
MirГ© a Major.
—SerГЎ mejor que Shea corra mucho, y se vaya bien lejos de aquГ. Porque como lo atrape, lo voy a tratar con la misma misericordia que ha tenido con Archer.
Cuatro
Trina
Ya les habГa fallado a esos perros. Uno estaba desaparecido y otro muerto.
—No te castigues por esto, Trina —dijo Kiera en voz baja—. No tenemos ni idea de en qué condiciones estaba ese perro antes de esta noche.
Los demГЎs perros engulleron tazones enormes de comida. VolverГa en un par de semanas para devolvГ©rsela, ya me las apaГ±arГa. Siempre acababa haciГ©ndolo. Mi norma era no hablar mal delante de los animales. HabГa quien me decГa que estaba loca por pensar que podГan entendernos. Pero yo nunca quise que la gente se rindiera conmigo cuando pasГ© por mi peor momento. Doctores y enfermeras decГan cosas negativas sobre mi pronГіstico, pensando que estaba vegetal. Incluso en el mГЎs profundo y oscuro agujero negro, donde no podГa hacer nada al respecto, lo entendГa. Y nunca cometerГa ese error con mis animales. Cualquier criatura con ojos y corazГіn podГa captar las malas vibraciones.
—Tienes razГіn. —Me enjuguГ© las mejillas con el dorso de la mano—. Pero aun asГ, menuda mierda. Salvamos a estos perros… OjalГЎ hubiГ©ramos podido entrar antes, pero Randy dijo que necesitaba pruebas de las peleas.
—Acabo de recibir un mensaje de Control de Ganado. Dicen que los grandes estaban en buena forma. TodavГa los estГЎn revisando. Las gallinas no tenГan tanta suerte, demasiadas por jaula, pero creen que las pueden salvar. —Kiera dejГі el telГ©fono—. Lo has hecho bien, T. De verdad.
No lo suficiente.
—Les ayudaremos a colocar los animales cuando estén listos para su nuevo hogar. —Estaba cabreada por lo de las gallinas. Los pájaros eran mis favoritos, y siempre los trataban fatal.
—Lys, ¿cómo van con la comida?
—Ya no queda. —BostezГі. Les dije que nos llevarГa toda la noche, pero eran nuevas en el mundo del rescate de animales. HabГan venido a trabajar al refugio como parte de su rehabilitaciГіn. Todas habГamos pasado por cosas jodidas, y acabamos en el mismo centro, CTAE, el Centro de Terapia para Ansiedad y EstrГ©s, por ataques de pГЎnico y trastornos relacionados. Nada funcionaba conmigo, y caГ en una espiral destructiva sin escapatoria aparente, hasta que alguien me sugiriГі que fuera voluntaria en un refugio. Cuando los mГ©dicos vieron la paz que me producГa estar con animales, trabajamos conjuntamente para crear un programa. Con suerte, los animales podГan ayudar a otras mujeres a curarse como me ayudaron a mГ.
Nadie se daba cuenta de lo difГcil que era trabajar en un refugio. Las condiciones en que los animales nos llegaban, la falta de fondos, los que no encontraban hogar… todo eso afectaba hasta a los voluntarios mГЎs fuertes con el tiempo. AcudГ a muchas personas. Forever Home era un refugio sin matadero, lo que significaba que si no habГa sitio para los animales, no podГamos llevГЎrnoslos. TenГa pesadillas con los que habГa tenido que rechazar. Pero tenГa que concentrarme en el bien que hacГamos desde Forever Home. Si me obsesionaba con lo malo que implicaba, todo el progreso que habГa conseguido podrГa desvanecerse. El refugio me daba un propГіsito. Esos animales necesitaban que yo mantuviera la compostura.
Hasta entonces, Kiera y Lyssie siempre habГan trabajado bien. Esperaba que lo de aquella noche fuera lo mГЎs traumГЎtico que tuvieran que ver, pero aprendГ hace mucho tiempo a nunca decir nunca. Ellas me preocupaban esa noche, pero fueron capaces de sobreponerse, sacar a los perros del ring y llevarlos al refugio. Por desgracia, tenГa suficiente experiencia con los traumas para saber que habГa una especie de interruptor. Instinto de supervivencia. Y sus secuelas no siempre aparecГan de inmediato.
—¿Listas para baГ±arlos? —preguntГ©. Las chicas asintieron, remangГЎndose mientras me seguГan al ГЎrea comГєn. Esa serГa la verdadera prueba, cuando se acercaran a los perros y vieran realmente lo que les habГa pasado. Era imposible saber lo que encontrarГamos debajo de ese pelaje enmaraГ±ado.
Kiera abriГі la manguera y Lyssie se arrodillГі, instando a dos de los perros a acercarse a las cubetas mientras se llenaban de agua caliente. Solo podГamos lavarlos de dos en dos.
Me arrodillГ© al lado del balde y ayudГ© al primer perro a entrar en el agua. SaltГі, evitando usar una pata coja. Sus cabezas estaban inclinadas, pero eran confiados y agradecidos. Esperaba que tuvieran miedo y que posiblemente ofrecieran resistencia. No sabГa cuГЎnto tiempo habГan vivido entre aquellas peleas. QuerrГan algo mejor. PensГ© que eran huskies, pero de cerca parecГan estar cruzados con alguna especie de pastor. Incluso medio muertos de hambre, eran grandes. Ya habГan surgido del grupo dos lГderes claros. MГЎs grandes y seguros que los demГЎs, fueron los primeros en moverse, como si hubieran decidido que podГan confiar en Lyssie. Los otros iban en fila detrГЎs de ellos.
El de ojos azules se separГі de la manada y se vino directo hacia mГ, dГЎndome grandes y cariГ±osos lametazos. ConsiguiГі hacerme reГr en aquella noche terrible. Le frotГ© las orejas, con cuidado de no ser demasiado brusca. Sus ojos seguГan cada uno de mis movimientos. Aunque respetuosamente, me perseguГan. Algo en ellos era demasiado humano.
El perro se metiГі en la baГ±era, temblando.
—No pasa nada, esto te va a sentar genial —le asegurГ© mientras cogГa la manguera.
GimiГі cuando el agua tibia alcanzГі su cuerpo. Lo enjabonГ© suavemente, sin aplicar demasiada presiГіn. La veterinaria no podГa venir hasta la maГ±ana siguiente y no querГa agravar ninguna lesiГіn. Con delicadeza, desenredГ© los nudos de su pelaje. Durante el baГ±o, se presionaba contra mi cuerpo todo lo que podГa. Incluso despuГ©s de todo lo que le habГa pasado, todavГa era capaz de confiar. QuerГa mi amor.
Esperaba Ryker estuviera en el suelo de una celda con el pie de Randy pisГЎndole las pelotas. Ese tipo era un imbГ©cil al que no le darГa ni la hora. ВїPor quГ© me sorprendГa que pudiera hacer algo asГ?
Por eso me gustaban los animales mucho mГЎs que las personas. Su amor era incondicional y siempre estaban dispuestos a correr el riesgo.
Lyssie me sustituyГі para que pudiera examinar la piel de los perros ahora que los habГamos lavado. TenГan laceraciones de las cadenas y marcas de mordeduras. No vi signos de infecciГіn. Ya con el pelaje limpio, se podГan apreciar los matices de marrГіn a gris y negro con rayas blancas, mГЎs oscuro en algunos lugares. Los de ojos marrones tenГan un pelaje rojizo. Todos ellos tenГan una mirada que me helaba el alma. HabГan visto tanto.
El primer perro no se separaba de mГ. Le quitГ© la toalla y se apoyГі en mГ despuГ©s de sacudirse enГ©rgicamente. No asustado, sino territorial.
—Seguro que te ha sentado muy bien. —Le di un golpecito en la nariz, sabiendo en el fondo que lo iba acoger en mi casa. No puedes quedártelos todos, me recordé. Necesitas encontrarle un hogar.
—¿Crees que estarГЎn bien para pasar la noche? ВїHay algo mГЎs que podamos hacer? —preguntГі Kiera. EstГЎbamos empapadas, sucias y exhaustas. TodavГa tenГamos que ocuparnos de los animales residentes, la MayorГa de los cuales se habГan despertado con nuestra irrupciГіn nocturna. Con suerte todos dormirГan hasta tarde al dГa siguiente.
—Marchaos a casa. Os veo mañana.
Llevamos a los perros a las jaulas. Cada uno tenГa una manta, comida y agua.
—¿Te vas? —preguntó Lyssie.
—No. Voy a echarme en el sofГЎ. —Mi nuevo amigo no se separaba de mГ. Se acurrucГі en la alfombra frente al sofГЎ, acomodГЎndose con un suspiro. No bajГі la cabeza de inmediato.
QuerГa protegerme.
—TГє deberГas irte a casa tambiГ©n, Trina —dijo Kiera, en un Гєltimo intento para que me fuera.
Me agachГ© y le di una palmadita en la cabeza al perro.
—Ya estoy en casa.
Aquella veterinaria me odiaba y no tenГa ni idea de por quГ©. La factura iba a ser altГsima, pero al parecer eso no cambiaba nada. Para querer tanto a los animales, se quejaba mucho por ayudar a los que mГЎs la necesitaban.
LlegГі tarde y no se disculpГі, pero sГ tuvo tiempo para tomar un cafГ©.
—Me enteré de la pelea de perros de anoche. —Suspiró al abrir su bolso—. Todo el pueblo sabe demasiado sobre ello.
—El sitio estaba a reventar. —Me estremecà al recordarlo.
—Ahora están todos histéricos. Acusándose de estar ahà y delatándose unos a otros.
—Bien. No se me ocurre un mejor grupo de gente para eso. —Abrà los cerrojos de las jaulas y les hice gestos a los perros para que salieran—. No sé cómo estarán por dentro, pero creo que las heridas externas se van a curar. Un par de buenas comidas no les vendrán mal. —Mi amigo de ojos azules se puso a mi lado y yo le revolvà el pelo de la cabeza.
—No olvides que dependes de las donaciones de esa gente. —dijo mirГЎndome, antes de agacharse para examinar al primer perro. En ese momento le hubiese metido un puГ±etazo. Siempre conseguГa hacerme sentir como un chicle en la suela de su zapato. No entendГa por quГ© habГa elegido ser veterinaria. TendrГa la misma conmiseraciГіn que podrГa tener Ryker—. No se paga a la gente con voluntad o buenas intenciones.
—¿Te preocupan estos perros o con tu cuenta bancaria? —Ojalá hubiera otra persona a quien pudiera llamar. Estábamos demasiado lejos de la ciudad para que otros veterinarios vinieran.
—Creo que la respuesta es obvia.
SГ, lo era. No respondГ, solo querГa que se fuera lo antes posible. Que me diese el diagnГіstico, las recetas, y que saliese tan rГЎpido que ni la puerta le pudiera golpear el culo.
Se quitГі el estetoscopio de las orejas.
—No son perros. Son lobos.
Mierda.
Cinco
Shadow
El ruido de cristales rompiГ©ndose en el vestГbulo nos despertaron a todos en el refugio.
—¿Pero qué coño? —dijo Major, abalanzándose contra los barrotes de su jaula. Sobre el estruendo del refugio, el asalto continuaba. El asaltante golpeaba a ritmo constante, rompiendo su arma contra cualquier cosa que se interpusiera en su camino. La madera se partió, y sonó un golpe de metal.
—Son los matones de Ryker —respondГ. No podГa verlos, pero no tenГa la mГЎs mГnima duda—. Puedo olerlos.
El mal tenГa un olor muy distintivo, como si un ГЎcido me quemara las fosas nasales. Encerrados en esas jaulas no podГamos hacer nada por detenerlos.
Los chicos de Ryker solo querГan mandar un mensaje. Por el momento.
Incluso despuГ©s de descubrir que Г©ramos lobos, nos mantuvo ahГ. Dijo que no podГa liberarnos hasta que estuviГ©ramos bien recuperados para sobrevivir. No habГa un objetivo mГЎs suculento en Sawtooth que un lobo enfermo.
—Malditos cobardes —gruñó Baron, con la nariz apoyada en los alambres—. Atacan el refugio cuando es a nosotros a quienes quieren.
—Trina lo metió en la cárcel —le recordé.
—Cuando salgamos de aquГ, ni que decir tiene que ese mamГіn se va a llevar lo suyo —aГ±adiГі Dallas—. Ha atacado a nuestras dos manadas. DeberГamos hacerlo juntos.
Major me mirГі fijamente. Nunca se habГa mordido la lengua para seГ±alar lo dГ©bil que pensaba que era. TenГamos estilos diferentes, y el mГo pasaba por dejar que mis hermanos fueran parte vital de mi equipo. Pero ahora solo le quedaba X, que no habГa pronunciado palabra alguna durante el ataque. HacГa lo que se le pedГa, lo que fuera, y nunca miraba atrГЎs.
—Es buena idea. —No cedГ ante el desafГo—. Nos movemos en cГrculos diferentes, y conseguiremos mГЎs informaciГіn. Nadie esperarГa que trabajГЎsemos juntos.
—Solo puede haber un lГder. —un В«sГВ» en palabras de Major.
—Lo sé. —Le miré con agudeza—. Veremos quién.
—¡Hostia puta! —A Kiera se le cayГі la taza de cafГ©, fue la primera que apareciГі en lo que habГa sido la puerta—. ВїQuГ© coГ±o ha pasado aquГ?
—¡Ve a mirar los animales! —Trina corrió por la habitación—. Mira que todos estén bien.
Nuestras jaulas estaban en la sala delantera, y el refugio repleto. Los demГЎs animales ladraban y gemГan a las humanas, alertГЎndolas del ataque.
—¿Por quГ© harГan esto? —Lyssie se quedГі parada. Algo me decГa que no era la primera vez que lidiaba con violencia gratuita—. Es un refugio para animales.
—Hemos cabreado a alguien. —Kiera saliГі de la sala de jaulas—. Todos parecen estar bien por aquГ. EstГЎn asustados, pero no heridos.
—SГ, por aquГ tambiГ©n. —Trina se detuvo en medio de nuestras jaulas—. Yo he recibido algunos empujones en la ciudad desde la pelea de perros. Me dijeron В«no cagues donde comesВ», entre otras lindezas.
—Se nos pinchГі una rueda al salir del trabajo el dГa despuГ©s del rescate —aГ±adiГі Lyssie, rodeГЎndose la cintura con los brazos—. No le di importancia, pero ya no me parece una coincidencia.
—Tengo que llamar a Randy —suspirГі Trina mientras abrГa nuestras jaulas—. Pensad en cualquier otra cosa rara que hayГЎis visto desde aquella noche. Tenemos que contГЎrselo todo, sin excepciГіn. Si alguien os ha mirado mal, decidlo. No es momento de callarse. Podemos con esto. Va a ser difГcil, pero nadie nos va a coaccionar para que no hagamos lo que debemos por estos animales.
Me mataba saber que las habГamos puesto en peligro solo por estar ahГ. Si fuera humano, le insistirГa para que se alejaran de nosotros. No tenГan ni idea de lo que Ryker era capaz de hacer. Г‰l mordГa mГЎs que ladraba.
Pero si fuera humano, podrГa protegerlas.
Las chicas se dejaron la piel limpiando la habitaciГіn delantera, intentando que todo volviera a la normalidad. Barrieron los cristales rotos, tapiaron las ventanas y arreglaron todo lo que pudieron. Nadie vino a ayudarlas. No me sorprendiГі. Trina llamГі al departamento de policГa, pero las otras dos apenas dijeron nada mientras trabajaban. Eso tampoco fue muy sorprendente.
No conocГa el refugio antes de ingresar en Г©l. Pasaba el menor tiempo posible en Granger Falls. Y cГіmo me arrepentГa, sabiendo que un bellezГіn como Trina habГa estado ahГ todo el tiempo. Los lobos de Sawtooth nunca se apareaban con hembras humanas. No tenГamos problema en pasar un buen rato con ellas, pero cuando la fiesta terminaba, el contacto tambiГ©n. Aunque hubiera conocido a Trina antes de ser capturado, no habrГa podido ser mГЎs que una noche de pasiГіn.
Seis meses de cautiverio habГan bastado para cambiar la forma de pensar de este lobo. Las lobas de nuestra generaciГіn habГan sido vendidas al mejor postor. Mantenidas en un cautiverio completamente diferente, las trataban como diamantes en bruto, celosamente vigiladas y expuestas ostentosamente por quienes podГan permitГrselas. Era una broma cruel, la forma en que esas jaurГas paseaban a las niГ±as bonitas delante de nosotros y nos daban de hostias si solo tratГЎbamos de jugar con ellas. Se reГan de nosotros. Los chicos no tenГan nada de especial, sobre todo los de clase trabajadora. Г‰ramos tantos porque nuestros padres estuvieron intentando tener una niГ±a hasta que ya no pudieron mГЎs. La paga valГa la pena.
Los lobos ricos no tenГan que preocuparse apenas. Se habГan aclimatado mejor a su lado humano. TenГan dinero, mujeres, y no les preocupaban la polГtica ni la sangrГa de la clase trabajadora. Los ricos podГan tener los medios materiales para sobrevivir, pero el resto de nosotros dependГamos de la fuerza y la astucia callejera. Los ricos podГan quedarse con su dinero, no compraba la felicidad. La libertad era cara pero cualquiera podГa disfrutarla.
QuerГa una compaГ±era.
QuerГa dejar mi parte en el legado de mi manada, no iba a dejar que mi arduo camino se acabara ahГ.
Dallas fue inteligente al sugerir que hiciГ©ramos equipo con los Lowe. Pero yo no podrГa dormir por las noches teniendo a Major de lГder, y querГa a Trina. TendrГa que demostrar ser un alfa para estar con ella. Nunca habГamos tenido un alfa sin compaГ±era hasta entonces.
Y ella iba a ser mГa.
—No te vas a separar de mГ, Вїverdad? —Trina me dio un beso en la cabeza cuando todo volviГі a ser lo mГЎs normal posible. ParecГa exhausta. Detestaba no poder hacer nada para ayudarla. Aquellas mujeres no estaban indefensas ni mucho menos, pero igual querГa arrimar el hombro.
Quedaba una semana para la luna llena. Una semana para poder ganarme el sustento, una semana todavГa para poder besar sin dar un lengГјetazo.
—Eres como mi sombra
—añadió.
Ella no tenГa ni idea de que ese era mi nombre. Me apretГ© contra ella. Pronto serГa capaz de envolverla con los brazos y perderme en ese olor a tarta de manzana que me hacГa desear mucho mГЎs que el postre.
—Putos lameculos. Mira a los Channing, deseando hacerse amiguitos de las chicas del refugio —gruГ±Гі Major, mordisqueГЎndome el cuello. LadrГ©, y conseguГ que se pusiera contra el suelo y rodara. De ninguna manera. No me avergonzarГa de Trina. Nosotros Г©ramos cinco y habГa tres mujeres. Era lo suficientemente listo para hacer las cuentas. Y Г©l tenГa treinta y cinco aГ±os sin pareja, mГЎs nГєmeros que no podГa ignorar si querГa ser considerado el lГder.
—Ese no va a hacer una mierda por ti. No somos más que problemas para ellos. Y cuando ella venga la mañana después de la luna llena y se encuentre a cinco hombres desnudos en jaulas para perros, ya no pensará que eres tan lindo. Saldrá corriendo y gritando.
—Quiero que confГe en nosotros. —Me puse hocico a hocico con Major, mi respiraciГіn tenГa un matiz ГЎspero que no era del todo un gruГ±ido. Cada dГa nos hacГamos mГЎs fuertes, y cada dГa Г©l me cabreaba un poco mГЎs—. AsГ que cuando eso ocurra, no se asustarГЎ. Ahora Ryker tambiГ©n irГЎ a por ella. Como alfa…
—¿Qué coño sabes tú de ser un alfa? —Major me dio un empujoncito.
Lo ignorГ©.
—Como alfa, la protegerГ©. Nosotros la metimos en este lГo y nosotros la vamos a sacar. Ella se la estГЎ jugando por cuidarnos. Nadie la ayuda con donaciones, solo le dejan sus problemas. Yo los resolverГ©.
—Qué noble —se burló Major—. Puedes besarte con tu nueva novia humana mientras yo hago pedazos a Ryker. Asà es como se resuelven los problemas.
Me zambullГ en el cuello de Major. Nunca escuchaba razones, la violencia era lo Гєnico que entendГa. RecibirГa el mensaje.
—¡Chicos! —gritó Trina. Se puso rápidamente entre nosotros, mientras sujetaba un gatito en una mano con una botella en la otra. Se detuvo, mirando a Major—. ¡Basta! O tendré que meteros de nuevo en las jaulas.
—No sГ© cГіmo vamos a hacer esto, Shadow. —Baron se interpuso entre Major y yo. HabГa estado toda la semana siguiendo a Kiera, la voluntaria de pelo corto que parecГa haber sido una atleta. Major le empujГі, pero Г©l lo ignoró—. Todos debimos escapar aquella noche. Shea fue el mГЎs listo. Ellas van a enloquecer cuando nos transformemos.
Tal vez debimos hacerlo. HabГamos ido de una cГЎrcel a otra, y ahГ no estГЎbamos ayudando a nadie. Pero nadie querГa escapar de Forever Home.
—Shea huyГі por lo que le hizo a Archer —refunfuГ±Гі Dallas, lamiendo su pata y mirando a Major. Pero no se separГі de Lyssie. De los hermanos que me quedaban, Dallas guardarГa rencor mucho mГЎs tiempo que Baron. Baron harГa cualquier cosa por encontrar una soluciГіn pacГfica todo esto.
—Otra cosa que debemos arreglar cuando salgamos de aquГ.— Me abalancГ© sobre Major otra vez—. Shea tiene que pagar por lo que le hizo a mi hermano.
—Hizo lo que debГa. —Major no se echГі atrГЎs—. TГє hubieras hecho lo mismo en el ring esa noche. TГє mismo lo dijiste. Y planeabas hacerme lo mismo a mГ. ВїBuscabas una recompensa por tu cabeza? Porque ahora todos tenemos una, con Ryker desmadrado por ahГ. No hay tiempo para jugar limpio, Shadow.
Me di la vuelta. Que le jodan. Juntar a las manadas no sacaba a Shea de mi lista negra.
Pero Major tenГa razГіn sobre Trina. No se podГa saber cГіmo reaccionarГa a nuestra transformaciГіn. Cualquiera que hubiera pasado un tiempo en Idaho habГa oГdo hablar de los hombres lobo. Algunos ancianos del pueblo se referГan a nosotros como В«karmaВ», porque nos encargГЎbamos de problemas que ellos no podГan. A menos que fueran los Lowe, que provocaban mГЎs. Pero ninguno de esos paisanos nos habГa visto en acciГіn.
No me sorprendiГі que los Lowe no se relacionaran con las mujeres. No era su estilo. TenГan una idea diferente de la libertad que mis hermanos y yo.
Trina no nos trataba como animales salvajes. Nos respetaba mГЎs que algunos lobos de Sawtooth —especialmente Ryker, las lobas y sus compaГ±eros—. Nunca nos facilitaron nada. No me quejaba, pero era agotador. Fue un alivio dejar de luchar por unos dГas, aunque solo fuera hasta la luna llena. A pesar de que hablaba con cada uno de sus huГ©spedes —asГ llamaba a todos los animales que se alojaban con ella en Forever Home— como si fuera su amigo, parecГa algo personal. Ella pensaba cada palabra que decГa. Con Trina no eran formas de hablar.
Si tan solo fuera una loba. Pero entonces nunca la tendrГa. Era imposible de cualquier manera. Nunca me habГa molestado tanto antes de la captura. Me estaba dando cuenta de que mi tiempo venГa con fecha de caducidad.
Nos salvГі la vida y yo harГa cualquier cosa por ella. Al principio era una cuestiГіn de principios. Pero se fue convirtiendo en un sueГ±o. Una cara linda para no pensar en el horror de los Гєltimos seis meses. De lo contrario, cada pensamiento acababa en un plan de venganza. Sin Trina, me volverГa tan sediento de sangre como Major.
Cuanto mГЎs tiempo pasГЎbamos ahГ, mГЎs me iba obsesionando. Trina me hacГa querer mГЎs y darme cuenta de lo mucho que me faltaba sin una pareja. Solo en la semana que llevГЎbamos ahГ, ya me habГa percatado de sus hГЎbitos, como cantar desafinando con la mГєsica country de la radio mientras limpiaba las jaulas o silbar como un pГЎjaro mientras hacГa papeleo. Y lo rГЎpido que su felicidad se desvanecГa en algo mucho mГЎs oscuro, algo perturbador. Siempre volvГa a los animales, confiaba en nosotros para que le diГ©ramos fuerza cuando no podГa hacerlo todo ella sola.
Trina tambiГ©n necesitaba mГЎs.
—Dios mГo, ВїquГ© ha pasado aquГ? —Una joven asomГі la cabeza por la maltrecha puerta con un caniche gimoteando en los brazos.
—Estamos de reforma —dijo Trina forzando una sonrisa falsa. Los demГЎs voluntarios se dispersaron. Trina era su alfa. Una mujer como ella me harГa mГЎs fuerte. HarГa nuestra manada mГЎs fuerte—. ВїEn quГ© te puedo ayudar?
—Ah. —La chica era demasiado educada para rebatirla en voz alta—. Este es el perro de mi abuela. O lo era. Mi abuela murió.
—Siento mucho oГr eso.
La visitante suspirГі profundamente antes de continuar.
—Ninguno de nosotros puede cuidar a Candy, es esta cachorrita. Vivo en una residencia, y mi madre está demasiado ocupada. Estoy segura de que hay alguna familia deseando quedársela. O a lo mejor otra abuelita. Es una perra muy buena.
Trina se acercГі a la joven y le dio una palmadita en la cabeza a Candy, murmurГЎndole algo.
—Ya veo. Ahora mismo, estamos llenos. Tengo un par de citas para adopción esta semana. Puedo apuntar su nombre y número, y cuando salga algo, le aviso… Es todo lo que puedo hacer.
—Bueno. —La cara de la chica languideció—. No nos quedamos en Granger Falls mucho más, y no sé a dónde llevarla. ¿No hay alguien que pueda quedársela?
—Somos el Гєnico refugio de la ciudad —dijo Trina suspirando, y la sonrisa se desvaneciГі. Se movГa nerviosa, como si el hecho de moverse hiciera de alguna forma espacio para la perra—. Voy a hacer un par de llamadas a los refugios de la zona, pero la MayorГa de los que no son mataderos estГЎn igual que nosotros.
—Es una buena perra —repitió la chica—. De verdad quiero que encuentre un buen hogar.
—Lo sé. Yo también.
Trina dio un puГ±etazo al contrachapado reciГ©n colocado y se deshizo en lГЎgrimas en cuanto Candy y la mujer se fueron. Lo hacГa a menudo, cuando una cita de adopciГіn no resultaba bien o no podГa acoger a un nuevo huГ©sped.
En una semana, tendrГa cinco plazas mГЎs. No podГamos cagarla. No eran solo nuestras vidas las que estaban en juego.
Me puse a los talones de Trina cuando dejГі a los gatitos de nuevo en su redil.
—Cuidado —me soltГі por poner la nariz demasiado cerca de las barras. DejГі caer su mano distraГdamente sobre mГ. Mi pelaje ya estaba mucho mГЎs tupido. Los metamorfos nos curamos rГЎpido. Todos habГamos ganado peso y casi me sentГa recuperado—. Creo que esta va a ser la noche. Te voy a llevar a casa conmigo. Tenemos que hacer hueco aquГ.
Major empujГі contra la parte delantera de su jaula.
—¿Cómo has convencido a tu novia para que te lleve a una cita?
—No preguntes —le dije con un resoplido—. Es el primer paso para salir de aquГ.
Los demГЎs lobos gimotearon desde sus jaulas cuando seguГ a Trina hacia la puerta. TenГamos hambre de libertad.
—Pronto será vuestro turno, lo prometo —dijo Trina por encima del hombro, tratando de calmarlos—. Solo tengo sitio para uno ahora mismo.
Me llevГі a su camioneta. Estaba negra y destartalada, y no arrancГі a la primera.
—Maldito pedazo de chatarra. —PegГі un puГ±etazo al volante. FuncionГі, el camiГіn arrancГі al siguiente intento. Me mirГі y sonriГі. Su pelo casi parecГa rubio bajo el Гєltimo sol de la tarde. A menudo me preguntaba cГіmo serГa como loba, con pelaje dorado y ojos verdes. Preciosa—. Menudo dГa. Ni siquiera te he dado un nombre. Tienes un pelaje gris tan bonito… ВїHumo? No, no queda bien. Pero servirГЎ por ahora.
En seis dГas, serГa capaz de decirle mi nombre y mucho mГЎs. Eso si se paraba a escucharme. QuizГЎ debГa huir, si tenГa oportunidad, para evitar que lo hiciera Trina. DespuГ©s de seis meses, nuestras transformaciones podГan ser complicadas. Si es que nos transformГЎbamos. Todos estarГamos fuertes para la metamorfosis de ese mes, pero ninguno de nosotros habГa permanecido tanto tiempo como lobo. No pasarГa sin efectos secundarios.
Nos dirigГamos a una pequeГ±a cabaГ±a de madera al borde del bosque. La tierra hГєmeda y la savia de los ГЎrboles inundaron mis fosas nasales. Si salГa corriendo hacia el bosque, ella nunca me atraparГa. SerГa libre.
Pero si lo hiciera, nunca volverГa a ver a Trina. O sГ, pero no habrГa forma de convencerla de que yo era el lobo que ella rescatГі y cuidГі con tanto amor. No iba a ser fГЎcil, pero nada bueno lo es, nunca.
La cabaГ±a tenГa un porche delantero que daba al valle. Los colores, llenos de vida, contrastaban y se mezclaban a lo largo de las ondulantes colinas, reflejГЎndose en el lago a su vez. Una brisa fresca me acariciaba el pelaje, pronto verГamos la nieve caer.
—Bienvenido a casa —dijo Trina, con los brazos abiertos—. No es gran cosa, pero me encanta este sitio.
TenГa solo lo necesario: un sofГЎ, una mesa de comedor y un televisor. Yo di una vuelta por la casa. Una ventaja de ser lobo era que no tenГa que esperar a que me invitaran o me enseГ±aran la casa como a un huГ©sped. Me metГ en su habitaciГіn, sin esperar las sГЎbanas rosas en la cama sin hacer. Me subГ e inhalГ© su cГЎlido aroma a tarta de manzana.
—Oh no, ahà no. Trina se rio, apartando mi trasero juguetonamente—. Tienes tu propia cama.
Estaba claro que toda su vida era el refugio. No tenГa ni idea de cГіmo relajarse. Puso la misma emisora de radio que escuchaba todo el dГa mientras preparaba la cena, cantando sus favoritas. Al darse cuenta de que se habГa olvidado de traerme comida, puso mГЎs hamburguesas en la sartГ©n. Esa cabaГ±a era el paraГso.
DespuГ©s de la cena, se instalГі en el sofГЎ con el ordenador.
Nunca paraba. SaltГ© a su lado, acurrucГЎndome en el hueco de su cuerpo caliente. Se apoyГі en mГ, y mientras se iba quedando dormida, tirГі un montГіn de papeles de adopciГіn sobre su regazo.
BostezГі de camino a su dormitorio.
—Deja que te enseñe la suite de invitados.
HabГa una mullida cama de perro en una esquina. La olfateГ©; no era el primero en usarla. Esto no era nada especial para Trina. Solo era un paso intermedio antes de llevar a los perros a sus verdaderos hogares. O devolver lobos al bosque.
—Las chicas pensaban que no debГa llevarte a casa, ya que no eres exactamente un perro, pero me alegro de haberlo hecho. Me siento segura contigo aquГ. Dulces sueГ±os, Humo.
Me acostГ© en la cama del perro, escuchando cГіmo su respiraciГіn se iba haciendo mГЎs profunda al ritmo que se quedaba dormida. Me pasaban muchas cosas por la cabeza y no podГa dormir. Tal vez si la observara, descubrirГa cГіmo no asustarla al convertirme en hombre. Ya no se sentirГa tan segura despuГ©s de eso.
—¡No! —Trina daba vueltas en la cama. ¿Estaba llorando?— No me dejes.
Su pesadilla se intensificГі, parecГa negociar con alguien para poder mantener a alguien cerca de ella. No lo estaba consiguiendo. Puse mis patas en la cama. QuerГa protegerla, o al menos hacer que saliera de ese sueГ±o.
Trina abriГі un ojo, y se dio cuenta de que la miraba.
—Ah, eres tГє —murmurГі, aparentemente sin recordar su pesadilla—. Sube aquГ, Humo.
No tuvo que decГrmelo dos veces. Me metГ en la cama y dejГ© que Trina me rodeara con su brazo.
No te dejarГ©, Trina.
No recuerdo la Гєltima vez que dormГ tan profundamente.
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